sábado, 14 de abril de 2018

Misiles sionistas impactan en Siria.


                                                                           



Esta madrugada Estados Unidos y sus lacayos de Reino Unido y Francia, con el solícito aplauso del resto de marionetas europeas, han lanzado más de un centenar de misiles contra Siria, todo esto lo han hecho obedeciendo las directrices de Israel y sus grupos de presión.
Toda esta panda de hipócritas dotados de una doble moral talmúdica mantiene, sin prueba alguna y negándose a toda investigación imparcial, que el régimen de Bashar Al Assad bombardeo la semana pasada a su población civil con armas químicas.
Para intentar justificar esta agresión, las autoridades de los países arriba señalados se han escudado en que con esa criminal acción Bashar Al Assad y su régimen habían traspasado una línea roja que impele a actuar a la comunidad internacional en defensa de los civiles indefensos que son cruelmente atacados por sus propios gobernantes, especialmente cuando lo hacen utilizado armamento químico.

Ahora bien, sus acciones y la manera que tienen de interpretar y señalar quién y cuándo traspasa esta línea roja pone claramente de manifiesto que son aplicados seguidores de la doble moral que los seguidores del Talmud y de la Torá mantienen, esta hipócrita conducta no es extraña pues es clara muestra de que los sionistas son sus dueños y ellos sus serviles esclavos.
Respecto a lo que nos ocupa, para los sionistas y sus esclavos tan solo serían merecedores de agresión o castigo aquellos que no sean de los suyos o no resulten útiles para sus intereses. Como esclavos que somos de Israel y del sionismo en general, Estados Unidos y los miembros de la O.T.A.N., hemos de tener meridianamente claro que sus intereses no coinciden para nada con los nuestros, aunque la realidad es que pese a ello les seguimos   sirviendo.

Ante esa supuesta línea roja insalvable, ¿qué castigo merecería un Estado que  ha utilizado contra la población civil fosforo blanco, que ha desobedecido al menos cuatro resoluciones  de las  Naciones Unidas, que ha ocupado grandes extensiones de territorio poblado y ha expulsado por la fuerza a sus habitantes para sustituirlos por población alógena, que posee  más de trescientas cabezas nucleares, que tiene en sus cárceles a medio millar de menores por protestar contra esa ocupación y que asesina vilmente a civiles  mediante francotiradores de su ejército?. 

                                                             




Pues estoy describiendo al Estado de Israel, un Estado que parece estar por encima del bien y del mal al controlar mediante sus lobbys financieros, industriales, informativos y militares a los Estados Unidos, y a través de él a las Naciones Unidas, la O.T.A.N. y la política exterior referida a Medio Oriente de la práctica totalidad de los miembros de la Unión Europea.

El Estado judío se ha saltado y se sigue saltando impunemente esa famosa línea roja, un Estado que desde su prepotencia tan sólo recibe, cuando eso ocurre, llamadas al orden o un silencio cómplice. Siendo todo esto así no me extraña que hayan desarrollado una forma de actuar tan provocadora y se sientan absolutamente intocables, cosa que ellos achacan a que son“el pueblo elegido”, cuando la única realidad es que son la sinagoga de satanás.

                                                           


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