domingo, 15 de octubre de 2017

El poder de la mafia jázara.


                                                                               



Washington D.C. se ha convertido en un elemento militar al servicio de los intereses de la mafia jázara, aunque gracias a Dios empieza a haber una   reacción contra este poder que en lugar de servir a los intereses del pueblo norteamericano se sirve de él para lograr sus poco edificantes intereses.
 
                                                                                 
                                                                                     

 Los que se enfrentan a este enquistado y maligno poder jázaro reciben el nombre de sombreros o caballeros blancos, este grupo está movido especialmente por militares de alta graduación del ejército norteamericano, militares patriotas que no pueden asistir de manera pasiva a como una minoría alógena y contraria a los intereses de su nación la manipula y degrada hasta niveles inconcebibles. Cansados de todo ello y de hacer las guerras de Israel actúan en colaboración con los servicios de inteligencias tanto de su país como con los de Rusia, que también son conscientes de hasta que punto Rusia ha sido y es blanco del odio destructivo de esa mafia jázara y del daño que esta ha causado a lo largo de su historia y causa en la actualidad a su patria.

                                                     


Para entender la realidad de todo lo que acabo de referir es preciso retroceder en el tiempo para tener conocimiento y así entender muchos de los sucesos actuales.

Es así que vamos a hacer un somero pero suficiente análisis histórico del reino jázaro, su destrucción y su posterior extensión como pueblo sin estado, aunque dotado de una fuerte coexión interna.



En la zona situada entre Rusia por el norte, Constantinopla y el imperio persa por el sur y Hungría por el Oeste, territorio denominado Jazaría, se estableció un pueblo procedente de las estepas asiáticas  , un pueblo cuya población seguía un culto  chamánico  de origen babilónico y que adoraba  a Baal y a otras entidades demoniacas.

                                                               


                                                           


La población jázara era conocida por sus vecinos como seres sanguinarios y ladrones que vivían de robar y asaltar a los viajeros y caminantes para robarles, asesinarles y apropiarse de sus identidades, por encima de todo eran vistos como parásitos sociales que vivían de la explotación y el robo.

Para empeorar más las cosas si cabe su gobernante no hacía nada contra este estado de cosas puesto que era como su sanguinario pueblo.

Dado que la situación adquirió proporciones inaceptables los reinos e imperios vecinos no pudieron seguir aceptando la stuación por las quejas e inseguridad del pueblo y de los viajeros. Los líderes rusos y persas formaron una coalición, dando un ultimátum al rey jázaro Bulan para que su pueblo cesase  en su comportamiento criminal a la par que les conminó a convertirse a alguna de las tres religiones abrahámica (cristianismo, islam o judaísmo) que eligiese y la  convirtiese en la religión oficial del reino jázaro, con esto se   buscaban que una vez adoctrinado el pueblo jázaro desarrollaran una moral que frenase el comportamiento criminal que venían llevando a cabo.

El rey Bulán cumplió con el ultimátum que los gobernantes rusos y persas les habían impuesto y optó por el judaísmo de la Torá para convertirla en religión oficial del reino jázaro.

                                                                         



Pero las cosas no sucedieron tal y como las autoridades rusas y persas habían planeado, pues la realidad es que se sometieron al Talmud babilónico. En lugar de establecerse en el pueblo jázaro una moral que les llevase a moderar y variar su criminal forma de actuar, las autoridades jázaras  generalizaron entre su pueblo las artes de magia negra del talmudismo babilónico y los ritos  ocultos de la demonología para obtener de ese modo poder y riquezas. Con lo que el pueblo jázaro regresó a su comportamiento criminal de bandolerismo, robo y asesinatos generalizados, a los que además sumó el sacrificio humano de gentes de los reinos vecinos, especialmente de niños.

Dado el comportamiento criminal aún peor que los jázaros presentaban tras el últimatum que  Rusia y Persia (el actual Irán) Los dirigentes de ambos imperios se vieron en la obligación de actuar.

Rusia y Persia decidieron invadir conjuntamente Jazaria y destruirla completamente, cosa que llevaron a cabo hacia el año 1250 d. C.

El rey, su corte y la mayor parte de la nobleza jázara pudo escapar con el gran tesoro de oro y plata que habían acumulado gracias a los robos, asaltos y otras malas artes. Es así que la realeza y nobleza jázara emigró a Italia y a otros reinos de la Europa occidental, especialmente a los países del norte próximos a los reinos del este europeo, donde continuaron practicando los rituales de Magia Negra del talmudismo babilónico.

Los jázaros han escondido esta realidad tras la imagen de un supuesto judaísmo y un origen semita del que carecen por completo.

Los nobles jázaros que habían logrado escapar se hicieron seguidores y adeptos del “dinero mágico” talmúdico babilónico, es decir obtenían dinero y riquezas no del trabajo ni del trueque sino que lo obtenían de la nada, de la usura perniciosas establecida en el Talmud babilóncico.

Como ya se ha señalado asumieron la identidad judaica afirmando tener sangre hebrea y adjudicándose por tanto un derecho divino sobre la la tierra prometida de Palestina. Donde tras expulsar a sus habitantes establecieron en 1948 el Estado terrorista de Israel.

Previamente fueron aceptados por la nobleza europea negra dado que compartían los secretos de las Artes Negras y rituales ocultos como el sacrificio infantil que sobrevive hasta nuestros días.

Dado su gran facilidad para las finanzas, su control sobre la economía y su experiencia en la intriga política, terminaron por hacerse con el poder en Londres y más concretamente en la City.

                                                                                         

Siendo todo esto así, una vez que los Estados Unidos se independizaron de Gran Bretaña y  la influencia de los inmigrantes europeos que llegaron al nuevo país norteamericano los jázaros consiguieron hacerse con el control de la economía secuestrando el sistema de creación y distribución monetaria mediante la creación de su propio sistema de creación y distribución denominado Sistema de la Reserva Federal que crearon en 1913.

                                                                       

Del mismo modo la mafia jázara, presentada como la comunidad judía, fue la que desarrolló la banca privada mediante la usura perniciosa que le sirvió para mediante chntajes, sobornos y compromisos hacerse con el poder en el Congreso y dominando además a la Reserva Federal, para terminar dominando también Wall Street.

                                                                           



De esta manera los Estados Unidos en la actualidad se encuentran dominado política y económicamente por una mafia jázara que tiene entre sus prioridades la protección del Estado de Israel, es así que la política exterior y militar de Estados Unidos antepone la protección y ayuda a Israel a los intereses de la nación y el pueblo de E.E.U.U.



La mafia jázara no ha perdonado, ni perdonará, a Rusia y a Irán el hecho de que en 1250 acabasen con el reino  jázaro. Siendo esto así   sus acciones de venganza han sido y siguen siendo terribles.



El castigo contra Rusia lo llevaron a cabo los jázaros, supuestos descendientes de los judíos originales, cuando en 1917 promovieron y dirigieron la denominada Revolución Rusa, que de rusa sólo tenía el nombre, pues sus dirigentes y la práctica totalidad de sus comisarios eran judíos.

 El castigo infringido al imperio cristiano de los zares y al pueblo ruso en general fue tal que llevó a la desaparición física de millones de personas y el sometimiento del resto a una criminal tiranía.

                                                             




La venganza contra el imperio persa, lo están llevando a cabo ahora por medio de unos Estados Unidos esclavos del poder jázaro.

Consiste esta venganza en aislar la nación iraní rompiendo sus relaciones económicas con Occidente, impidiendo que puedan dar salida al petróleo y al gas de sus reservas y colocándolos falsamente entre los mayores promotores del terrorismo internacional, todo ello a su vez para ayudar al Estado de Israel.

                                                     


Es en este contexto en el que hay que inscribir las últimas decisiones de Donald Trump: la salida de la U.N.E.S.C.O. y no aceptar que continúe el tratado nuclear con Irán.

                                                            


                                                        


Ambas tomas de postura están encaminadas a la cumplimentación de los fines arriba señalados.

La salida de la U.N.E.S.C.O. se debe, en sus propias palabras, a que esta organización ha reconocido como Estado perteneciente a la misma al Estado palestino, cosa esta que va contra los intereses de Israel, es decir del poder jázaro. Y por otro lado el no aceptar el tratado nuclear con Irán  es otro punto más del bloqueo total que los jázaros, judíos que dirigen E.E.U.U., pretenden imponer a Irán, además de que esta acción favorece a Israel dado que Irán es el único enemigo nuclear que tiene el Estado judío.

                                                               

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