Ahora que se
estrena en las pantallas de toda España la película, titulada “La reina de
España”, del director de cine Frenando Trueba, ese ser despreciable que dijo
aquello de que no se había sentido español ni cinco minutos de su vida, me
viene a la cabeza algo que parece pasó desapercibido no sólo a la progresía
izquierdosa sino también a la derechona liberal.
Me refiero a
como la actual reina de España doña Letizia tuvo la desvergüenza de acudir en
Mayo del 2016 a la filmación que el traidor Trueba dirigía cuando este abyecto
ser había realizado esas infames declaraciones antiespañolas tan solo unos
meses antes, concretamente durante la entrega del premio nacional de
cinematografía, el 21 de Septiembre del 2015.
Este hecho
que pudiera parecer carente de importancia, es a mi entender algo muy serio.
Como es
lógico todos los actos, tanto públicos como privados, a los que acuden los
monarcas, juntos o por separado, se supone que están perfectamente elegidos o
permitidos tanto por la significación que la participación en ellos puede tener
la presencia real como por el hecho de todo el desplazamiento de personas de
personal del servicio de seguridad, lo que deja muy poco, por no decir nada, a
la improvisación.
En el caso
que ahora nos ocupa ¿qué puede ser más grave que dar con la presencia regia un
espaldarazo a una persona que ocho meses antes había renegado de su condición
de español?, frase esta que no se puede entender de otra forma que como un
insulto a España.
Se puede
señalar, como se ha hecho, que esta visita a la grabación de la película de
Trueba se debió tanto a la afición de la reina al cine y a las filmaciones de
estas y a que le une cierta amistad con la protagonista: Penélope Cruz.
Pero a mi
parecer estas explicaciones sólo ponen de manifiesto hasta qué punto la actual
reina pone sus caprichos e intereses personales por delante del interés de
España y la defensa del honor de la patria.
Como creo y
espero que esta acción no se ha llevado a cabo con la aprobación de su equipo
de protocolo y seguridad, ni del mismo
rey Felipe VI se deduce que estos no controlan las acciones de la reina
republicana, porque si lo sabían y le han dado el placet estaríamos ante un rey
que no defiende el honor de España.
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