domingo, 14 de agosto de 2016

Los judíos en el comercio de esclavos.



                                                                           


Con la finalidad de denigrarnos y buscando que nos avergoncemos de nosotros mismos y de la civilización que hemos creado, la historia de los europeos blancos  cristianos ha sido manipulada de forma y manera que siempre  aparecemos en ella  como los responsables  de  los episodios históricos más espantosos y moralmente ignominiosos de la historia humana. 
La culpa de lo peor de la historia recae siempre en los europeos blancos cristianos: La explotación de África, la destrucción de las culturas precolombinas, el llamado genocidio judío, la responsabilidad de las dos Guerras Mundiales y la situación por la que actualmente atraviesa Oriente Medio han sido causadas por el hombre blanco europeo y cristiano, al menos eso es lo que nos pretende hacer creer.
Pero sólo es necesario  profundizar  con un poco de seriedad en esos episodios históricos para comprobar que tras ellos se encuentran siempre los mismos, la responsable es una comunidad chauvinista carente de moral (pues tener dos morales es como no tener ninguna), fanática y cristófoba: los judíos talmúdicos.

A todos se nos ha vendido desde el parvulario hasta la universidad y  a través del cine y la televisión que el hombre blanco es culpable de todo, es por combatir esta falacia que vamos a tratar con un poco más de detenimiento algunos de estos episodios, y lo haremos  acudiendo a fuentes que no suelen ser tomadas en consideración por la historia oficial.
En esta entrada nos centraremos en el terrible evento histórico de la esclavitud de los negros africanos en América.

Lo que siempre hemos escuchado y tenemos marcado a fuego en nuestras mentes, y también en nuestros corazones al habernos sentido hasta cierto punto responsables  como raza de ello, es que el hombre blanco europeo, católico o protestante, secuestró a cientos de miles de negros que vivían apaciblemente en el continente africano para llevarlos en bodegas de barcos, donde morían como ratas,  a América donde servirían como esclavos a otros blancos en grandes plantaciones o en sus casas.

                                                                  

 Por supuesto se nos ha convencido de que esos tiránicos esclavistas eran blancos y cristianos, pero no se han tomado en consideración datos que han sido negados o voluntariamente ignorados por la historiografía oficial.

                                                                 


La cuestión más criminal y escandalosa de este tráfico de esclavos desde África hasta el nuevo mundo, que se desarrolló durante los siglos XVI, XVII llegando hasta mediados del XVIII, fue sin duda el traslado de los esclavos cruzando el océano Atlántico por el denominado “paso medio”. Estudios universitarios serios calculan que entre siete y diez millones de  negros esclavizados sufrieron  de modo inenarrable o murieron  durante el viaje transoceánico.

                                                             


Este cruel sufrimiento, tanto el producido en el hacinado viaje como en la esclavitud en América, ha sido y continúa siendo la base sobre la que se ha levantado entre los blancos europeos y norteamericanos esa especie de etnofobia, ese complejo de culpa que la raza blanca ha desarrollado en los últimos siglos. Un sentimiento que ha sido convenientemente azuzado por los medios de comunicación, por la literatura, por el cine y por supuesto por la Tel-Aviv-Sión (TV).
Las series y películas no han perdido ocasión para presentar a los traficantes de esclavos africanos, a sus compradores y dueños como cristianos, europeos o americanos. Para ello no hay sino recordar películas como “Amistad” de Steven Spilberg  “”, la reciente “Amazing Grace” o series como la famosa “Raíces”.   En todas ellas se presentaba el negocio de esclavos como propio de cristianos blancos.

                                                                 


Películas en las que en numerosas ocasiones aparecían  imágenes y primeros planos de  cruces, rosarios o sacerdotes.

Todo este planteamiento ha sido y continúa siendo promovido con la intención no sólo  de promover un paralizante complejo de culpa entre los cristianos y los blancos, europeos y norteamericanos, sino también para ocultar la verdadera responsabilidad de ese terrible crimen contra la humanidad.

Comenzaremos señalando que el verdadero centro de la venta de esclavos se encontraba en Newport (Rodhe Island), donde se encuentra la más antigua sinagoga de América y contando con la más floreciente comunidad judía de las colonias.
En el “New Gorld Jewry 1493-1925” se señalan citas e informaciones de los judíos en la América temprana.  Este libro fue escrito por S.B. Liebman, de la Sociedad de Historia Judeoamericana.
En él escribió sobre los que poseían y tripulaban los barcos, es decir sobre los autores de esta crueldad y de los asesinatos que se perpetraban durante el tránsito naval y la posterior venta.  
-“Vinieron con barcos cargados con negros para ser vendidos como esclavos, el tráfico era un monopolio de la realeza, y los judíos eran a menudo nombrados como agentes para la Corona y ellos, los judíos, eran los mayores abastecedores para toda la región del  Caribe, donde el negocio del transporte marítimo era mayoritariamente un negocio judío. Los barcos no solamente pertenecían a judíos sino que estaban comandados por capitanes judíos”.

                                                           

En los años 60 del pasado siglo el investigador Walter White escribió un pequeño libro  titulado: “¿Quién trajo los esclavos a América?” ( Who  brought the slaves to América?).

Pero hay que destacar sobre todo que son muy numerosos los libros de historia escritos por judíos para judíos que hacen referencia a la preponderancia y dominio del transporte de esclavos a América desde África por parte de los judíos, destacaremos el libro de Jacob Marcus “United States Jewry  1776-1985”,
Hay que destacar al eminente historiador judío Marc Lee Raphael, el cual en su libro “Judíos y judaísmo en los Estados Unidos: una historia documentada” (Jewds and judaism in the United States a documentary history), escribió lo siguiente: “  Los mercaderes judíos jugaron un papel enorme en el comercio de esclavos. En realidad todas las colonias americanas, tanto francesas (Martinica), británicas u holandesas. Los mercaderes judíos de esclavos quedaron perfectamente identificados en los documentos de la época, como C. Mayer Jacobs & co. Registrado en el Daily Register, Atlanta, Ga., Abril 30, 1863. Jacobs Cohen, el décimo mayor traficante de esclavos en la ciudad en el S.C. Daily Courier, Charleston Enero 1, 1857. Myer Mosesen el Southern Patriot, Charleston  Abril 14, 1815 y una cantidad de judíos dedicados a este criminal comercio. La lista completa está en el libro de Bertram Walace Korn “Jews and negro slavery in the old south 1789-1865”. Además de los subastadores y mercaderes a comisión, comerciantes a tiempo completo judíos trabajaban en todo el sur, como Salomon Cohen en Atlanta y Augusta, B. Mardocai en Charleston,S.C. fue tan exitoso que poseía plumas de esclavos junto con sus almacenes.
La familia Monsanto era una familia judía sefardí de ricos terratenientes de Missouri, cuyos primos provenían de la Guyana Holandesa, puerto de entrada de los judíos sefarditas en América. Se dedicaron al comercio y explotación de esclavos procedentes de África. Después de la abolición de la esclavitud cambiaron su rol dedicándose a la industria agrícola y agroquímico en el que nefastamente está ahora. Benjamín Monsanto de la Haya y su esposa Clara, de Curacao, eran marranos (judíos conversos, normalmente por intereses económicos) y participaron en el tráfico de esclavos doméstico e internacional (Fuente: Jacob Rader Marcus, “American Jewry Documents of the Eighteenth Century (Cinncinati, Ohio: the hebrew Unión College Press).

                                                            


En el libro del escrito judío Seymour R.Liebman, miembro de la sociedad de historia judeoamericana, titulado “New World Jewry 1493-1825, puede leerse:
“Vinieron con barcos cargados de negros para ser vendidos como esclavos, el tráfico de esclavos era monopolio de la realeza, y los judíos eran nombrados a menudo como agentes para la Corona y su venta… los judíos eran los mayores abastecedores para toda la región donde el negocio del transporte del negocio marítimo era mayoritariamente un negocio judío. Los barcos no solamente pertenecían a los judíos sino que estaban comandados por capitanes judíos”.

Hay un  dato que claramente pone de manifiesto hasta que punto la dirección y el comercio de esclavos estaba en manos judías. “Si ocurría que el día de la subasta caía en una fiesta judía, la subasta tenía que aplazarse”. Estas frases provienen del libro referido al rol de los judíos en Brasil :  “judíos en el Brasil colonial” de Arnold Witnizer.

Y todo esto no es para nada novedoso para los judíos, puesto que muchos siglos antes de llevar a cabo este comercio de esclavos a través del océano atlántico, ya lo habían hecho en la antigua Roma los judíos habían dominado el comercio de esclavos durante cerca de dos mil años. Sobre esto se puede leer en la Enciclopedia judía de Funk y Wagnall, en la página 48 del volumen 10: “El tráfico de esclavos constituía el mayor medio de vida para los judíos de Roma”.


Aún se podría escribir mucho más sobre este tema, pero mi intención es que poco a poco nos vayamos dando cuenta hasta que punto se nos ha engañado sobre la historia de nuestra raza, y que con ello admiremos y  defendamos nuestra identidad quitándonos de encima ese complejo de culpa que desde que nacemos nos han inoculado.

2 comentarios:

  1. Estos dias vi la nueva versión de Tarzán. En ella Tarzán tiene amigos africanos que están a su mismo nivel destrozando el inocente eurocentrismo de esa saga pero lo peor, el malo, un esclavista al servicio de bélgica pretende esclavizar a todo el Congo, toda la película aparece como dices con un rosario en la mano que usa como arma. Están sembrando odio en el subconsciente colectivo hacia los cristianos. Por supuesto, este nuevo, políticamente correcto y cutre Tarzán es el libertador del Congo

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  2. Conclusión: Pasarse al Islam(conversión). Si la vida os parece muy injusta o os sentís impotentes ante esta amenaza, tenéis como protector a Dios(Alá) si creéis en Él, os recomiendo que os leáis el Sagrado Corán.
    Noble Corán, sura 5, versículo 51:
    "¡Oh creyentes! No tomen a los judíos ni a los cristianos por aliados, porque ellos son aliados entre sí. Quién les dé lealtad se convierte en uno de ellos. Dios no guía a un pueblo opresor."

    ¿en quién mejor confiar y que te entienda sino tu Creador?
    Y que la paz sea con vosotros.

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