martes, 12 de enero de 2016

La eterna lucha entre el Bien y el Mal.



                                                                                 

Hace unos días  el Templo Satánico de EEUU ha desarrollado en las escaleras del Capitolio de Washington  su primera ceremonia pública.  El Templo de Satanás es una organización que rinde culto a Satanás y que está creciendo mucho en los Estados Unidos, pero que nadie piense que con este acto se inicia el culto, más o menos   público, al Demonio puesto que no es así.

                                                  



El culto ya viene de antiguo, aunque nos vamos a centrar en como este antiquísimo  culto tiene en la actualidad una continuidad a través de símbolos  públicos esotéricos y de acciones criminales.
Vamos señalar que esos que dirigen desde la oscuridad el mundo en el que vivimos, o sea los que se consideran “el pueblo elegido”, esos que dieron la espalda a Dios y se dedicaron a adorar al “becerro de oro”, Son como dijo el mismo Jesucristo en una discusión en la que reconociendo a los judíos que eran hijos de Abraham y que ahora querían asesinarle eran Hijos del diablo: " ...Vosotros sois hijos del diablo y así queréis satisfacer los deseos de vuestro padre, el fue homicida desde el principio..." (S. Juan 8-44).
Del mismo modo en Apocalipsis 3-9 se puede leer: "... he aquí, yo entregaré a aquellos de la sinagoga de Satanás que dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten..."

                                                          

 El becerro de oro al que los judíos adoraron no era otro que Baal-Moloch, una antigua figura del demonio.

Al principio de los tiempos el espíritu de Moloch se había transformado en oscuridad  al convertirse en materia. El hombre sería la encarnación de la tragedia que produjo esa transformación y por ello estaría obligado a ofrecer sacrificios a Moloch para redimirse de ese pecado. Moloch es representado  como una figura humana con cabeza de becerro sentado en un trono., de ahí de que adoraban al becerro de oro y le ofrecían sacrificios.
Para Moloch los sacrificios preferidos era los bebes o pequeños niños, los cuales eran sacrificados en un fuego que ardía en el interior de su efigie.

                                                      

No perdamos de vista dos cuestiones a las que nos hemos referido: forma de becerro dorado y sacrificio de niños y bebés.
Pues bien, nos encontramos con que la estatua que preside Wall Street   es un becerro dorado,


 conque en el billete de un dólar
, precisamente junto al 1, aparece la figura de un búho ,  figura que en un ritual utiliza la élite política en Bohemian Club (California) para adorar a Moloch.

                                                            

En la figura que representa a Satán en forma de macho cabrío sentado en un trono vemos que hay  a su lado dos  niños, uno a cada lado.
                                                         

                                                         
Esto coincide, y no es casualidad, con los  numerosos casos que en la actualidad han salido a la luz pública de sacrificios de niños y de pederastia en las monarquías europeas, en las élites políticas y entre los magnates dueños de la economía. O entre niveles políticos de no tanta altura.
Del mismo modo en la plaza frente al Rockefeller Center de Nueva York encontramos una estatua dorada que rinde culto a Lucifer, la estatua representa a Perseo, que fue el que robó la luz a los dioses y se la entregó a los  hombres, se trata de un símbolo de Lucifer, el portador de la luz.

                                                       


Hago referencia a todo esto para señalar que a lo que actualmente asistimos no es otra cosa que a la eterna lucha entre el Bien y el Mal. En ese momento de la historia esta pugna entre Dios y el Diablo se muestra de una manera más agresiva a la par que  más esotérica. 

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