miércoles, 31 de diciembre de 2014

EL ENGAÑO SIONISTA EN PELÍCULA.



                                                                     


Hace unas semanas se ha estrenado en nuestro país una película gala que  ha logrado en Francia un éxito aplastante, el título de este largometraje es “Dios mío, ¿Pero qué te hemos hecho?”.

La película se presenta como un atractivo film  de enredo, una amable película de humor que no tiene otra pretensión que hacer pasar un buen rato al espectador. Todo esto supuestamente.

Y digo supuestamente dado que tras esa agradable fachada rodeada de tintes humorísticos se esconden manifestaciones falaces, afirmaciones que jugando con el desconocimiento de la mayoría y con un ambiente sometido a lo políticamente correcto, tratan de  inocular mentiras que servirán para que las mentes de esponja de los que acudan a visionar la citada película consideren que toda posición  contraria al multiculturalismo y a la mezcla de razas, religiones y/o culturas es inhumana.

La película mueve al buenismo sentimentaloide buscando que lejos del pensamiento racional se piense con un corazón sometido a la globalización , que se “piense” con el corazón en lugar de analizar las cuestiones de un modo racional.

A lo largo del metraje de la película nos encontramos con que ésta se parece mucho a un folletín propagandístico sionista, eso sí una obra de propaganda perfectamente diseñada para que la práctica totalidad de los espectadores no se aperciban de que se les están presentando cuestiones que para nada coinciden con la realidad y que de modo subliminal están marcando su pensamiento, haciéndolo cada vez más acrítico y sometido a lo políticamente correcto.

Ahora enunciaremos varias de las interesadas falsedades que aparecen a lo largo de esta supuestamente inocua película:

En primer lugar haremos referencia al tema de la circuncisión de uno  de los nietos, hijo  del judío. En el caso de la circuncisión la manipulación es manifiesta puesto que la circuncisión judía es presentada de manera alejada de la realidad del ritual judío.

                                               

En la circuncisión que se lleva a cabo entre los judíos, en hebreo brit milah, el rabino que realiza la circuncisión llega a realizar algo que roza la pedofilia, pues durante el rito el rabino llega a succionar  el pene del pequeño bebé que es circuncidado. El corte del prepucio no es tan  aséptico como en la película se presenta, de hecho el primer corte lo realiza el rabino oficiante  mediante un pequeño corte que termina con el prepucio en la boca ensangrentada del rabino.

Después se desarrolla una discusión entre el judío y el musulmán, en la cual se pretende dar la impresión de que en ambas religiones, judía y musulmana,  el rito de la circuncisión  varía solamente en la edad en la que esta se realiza. Gran falsedad, puesto que mientras que para la religión judía  el acto de la circuncisión es el acto iniciático de la religión, rito obligatorio a través del cual ese bebé entra a formar parte del pueblo judío, en la religión musulmana la circuncisión, “al-jitam”, no forma parte de los pilares del Islam, de hecho no se menciona una sola vez en el Corán.

El único mandato, y de tipo genérico, aparece cuando  en el  Cc, 123 ordena a los creyentes “seguir la religión de Abraham”.


Un segundo punto de la película al que hemos de hacer referencia se da cuando la abuela  explica a las nietas chinas las figuras del Belén, concretamente cuando  se refiere al Niño Jesús y lo describe como Dios. En ese momento el yerno musulmán niega que sea Dios y afirma que es un gran profeta, el judío se suma a tal afirmación confirmando el carácter de profeta de Jesús.

                                                   

Esto esa una mentira más que aparece en la película con la intención de que los espectadores no se vean molestados por la realidad del pensamiento judío y “el pueblo elegido” sea visto de modo atractivo y considerado de manera benévola.

En este caso nos encontramos con una realidad muy distinta a lo que se nos presenta en esa escena.

Para la religión musulmana Jesús es considerado el último  gran Profeta antes de Mahoma, y la Virgen María es venerada.
Por el contrario el judaísmo y su libro sagrado principal considera a N.S. Jesucristo como un mago bastardo hijo de una prostituta.
Según el Talmud de Babilonia, el más extendido y considerado entre los rabinos judíos, Jesús fue resucitado por un mago judío para después ser asesinado hirviendo entre excrementos y semen.

                                                      

Desde luego las posiciones con respecto a N.S. Jesucristo  no pueden ser más  dispares, aunque la película trate de mostrar una confluencia de juicios entre el musulmán y el judío.


En un tercer punto nos referiremos a como en la película el judío aparece como víctima del sistema financiero, al no recibir un préstamo bancario para su proyecto de comida judía. Cuando la realidad es que son los judíos los principales dueños y señores del sistema financiero internacional, dominando la Reserva Federal USA, el FMI, La banca Roschield y a través del grupo inter-alpha de los bancos centrales y  los más importantes de Europa.

                                              



Para  terminar es preciso hacer referencia al hecho de la “oportunidad” del momento en el que esta película aparece en Francia y en el resto de Europa. Surge ahora que las fuerzas nacionales tienen cada vez mayor apoyo, las identidades nacionales se defienden frente a la  inmigración ilegal, verdadera invasión, y al menoscabo de la soberanía nacional por parte de los poderes financieros internacionales y a los poderes sionistas. En este momento  se hace preciso  recurrir al buenismo y al pensamiento políticamente correcto.

                                                             

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