lunes, 3 de febrero de 2014

¿Queremos ser esto?



                                                                         

La  cuestión que  se han de plantear los ciudadanos españoles en este momento es si  para salir de la crisis económica que  tan gravemente golpea, tanto a la economía nacional como a  las economías familiares e individuales, están dispuestos a que España tienda a ser una especie de China o India o si por el contrario el camino ha tomar debe ser otro que mantenga la Justicia Social y con ella la dignidad y los derechos económicos de los trabajadores

                                                               
 Y esto es importante puesto que se nos pretende convencer de que nos encontramos ante una situación económico-financiera en la cual la Justicia Social se ha de sacrificar en pos del logro de unos resultados macroeconómicos (que supuestamente revertirán después en todos los ciudadanos) de los que tan solo se beneficiara un empresariado capitalista, una banca internacionalista  y una casta política corrupta al servicio de ambos

                                                           
Ya que todo lo señalado pudiera parecer  una exageración que para más inri entra en contradicción con los datos que los actuales gobernantes, y sus mercenarios mediáticos, nos aportan un día si y otro también, es preciso señalar que todo ese bombardeo continuado que habla de una supuesta recuperación, macroeconómica por supuesto, no pasa de ser un cúmulo de falacias tras las cuales se esconde  el verdadero derrotero que está tomando una economía nacional vendida al poder financiero  internacional, a las multinacionales y a las normas marcadas por un  Banco Central Europeo  y Fondo Monetario Internacional que a su través marca el capitalismo sionista globalizador.

                                                        
Un derrotero este que pisotea del modo más inhumano imaginable la Justicia Social, un camino que opta por que los intereses del capital y de los grupos financieros supranacionales se sirvan del individuo, en lugar de que la riqueza se ponga al servicio de este.

Todo lo que se nos está vendiendo, esos datos que se nos presentan, son el mayor argumento que viene a demostrar lo que aquí pretendemos poner de manifiesto, lo único necesario es atar cabos y conseguir ver la realidad que se esconde detrás de un triunfalismo completamente alejado de la realidad que todos podemos ver y sufrir a nuestro alrededor.
Se nos dice que nuestra economía empieza a ser competitiva, que nuestras exportaciones son cada vez mayores o que el número de personas que se sumaron al ejército de desempleados es menor que los que lo hicieron durante el mismo periodo que el año anterior.

                                                        
Sin duda todos esos datos son ciertos. Pero estos datos  empujan, si se pretende que muestren la realidad de la situación y  nos permitan conocer el rumbo que toma la economía, a un análisis pormenorizado y alejado del mero aspecto propagandístico.
Una interpretación adecuada, alejada del simplismo que los gobernantes pretenden extender en este tema, nos permitirá conocer una verdad alejada de presentaciones triunfalistas, para centrarnos en la repercusión en la vida de los ciudadanos de las medidas económicas que se están desarrollando.
Para analizar todo  esto vamos a ir por partes, y desde ese análisis podremos tener la visión clara que la multiplicidad de datos sin analizar impide tener.

Hemos de admitir que la macroeconomía está mejorando, ¿pero a que precio y en bien de quién?, las exportaciones están aumentando de una manera ciertamente importante, pero el significado de esto no es precisamente positivo para la población, ya que nuestros productos son cada vez más competitivos no a causa de una mayor calidad o a una mejor distribución. No es eso, la competitividad es mayor, y de ahí el aumento de las exportaciones, esa competitividad deriva de que los costes son mucho menores puesto que los salarios de los trabajadores se han reducido sensiblemente. Y hablando de exportación hay que tomar en consideración el engaño consistente en hablar de nivelación del balance, es cierto que esta nivelación e incluso es favorable para nuestra economía, pero lo que esto significa es que exportamos más de lo que importamos dado que  como el consumo ha descendido debido a que ha bajado de modo importante el consumo en España a causa de que las familias y pequeñas empresas no tienen dinero disponible no se vende y no se precisa  importar.

También se nos dice, y se vende como un gran logro de la política económica, que cada vez son más numerosas las empresas extranjeras que se instalan en nuestro país, pero eso que puede ser bueno para la macroeconomía, es consecuencia  de algo sumamente negativo para la economía de las familias y las pequeñas empresas, se produce gracias a que los bajos salarios y maleables condiciones laborales de los trabajadores resultan atractivas para las empresas foráneas, las cuales en lugar de ir a Marruecos o a la India prefieren  instalarse en España que está más cerca y las condiciones son  parecidas.

                                                       

Otro tema recurrente a la hora de publicitar las supuestas bondades de la reforma laboral que se  ha realizado es que los sacrificios realizados han dado su fruto y  el número de desempleados inscritos en el INEM, es menor que en situaciones anteriores. Esto  numéricamente es cierto, aunque la realidad por la que esto acontece dista mucho de tener nada de positivo.
El número de desempleados inscritos en las listas del paro desciende por el número cada vez mayor de desempleados que  dejan de “sellar” o apuntarse como demandantes dado que lo consideran absolutamente inútil por experiencia. Por otro lado influye también el número, cada vez mayor, de españoles, jóvenes y no tan jóvenes, que optan por emigrar para conseguir fuera de nuestras fronteras un trabajo que en nuestro país no encuentran. Si a esto le sumamos el gran número de inmigrantes, sobre todo hispanoamericanos, que han regresado a sus países todo está dicho.

Como se puede ver,  los datos que afectan a la macroeconomía benefician  tan solo  a las grandes corporaciones multinacionales, a los países industrializados del eje franco-alemán en tanto tienen un mercado de trabajadores muy barato  y al gobierno en tanto los datos macroeconómicos les sirven para justificar sus reformas laborales, impuestas desde Europa y desde el FMI, y poder mantenerse en la poltrona del poder.


La cuestión es si el pueblo español  está dispuesto a que nuestro país se convierta en una nueva India o China, un lugar donde la Justicia Social brille por su ausencia y los trabajadores, asalariados y pequeños empresarios, vivan de las migajas del capital y sea la cloaca donde las multinacionales  se vengan a aprovechar de sueldos de miseria y de trabajadores sin coraje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario