viernes, 11 de octubre de 2013

Nos duele España.


                                                                     

 Se celebra el día de la Hispanidad, aunque por desgracia no tiene ahora nuestra Patria mucho que celebrar puesto que no ha habido en nuestra ya milenaria historia una situación más crítica y grave que la actual. Ciertamente ha habido en ella muchos momentos de enfrentamientos bélicos, de  situaciones económicas penosas y de momentos en los que la Unidad nacional ha corrido peligro, pero  aún cuando España atravesaba esas circunstancias siempre existía  en el pueblo español una  conciencia nacional sobre la cual  se podrían superar los problemas y que permitiría que volviese a resplandecer  la España de siempre, la de las misiones universales.

Desgraciadamente  en estos momentos la situación  es muy grave, tanto lo es que  España nos duele, y nos duele mucho, precisamente nos duele porque la queremos tanto que no podemos verla sumergida en el fango, no podemos verla ahogándose  mientras la inmensa mayoría de sus hijos miran por otro lado ignorando  su maternidad.  España corre el serio riesgo de que su sacrosanta unidad se rompa y que Cataluña  se separe. Millones de españoles malviven en  situaciones  de hambre y miseria mientras  la casta política, esa nueva raza de caciques,  roba a manos llenas.

Pero igual de  grave que las situaciones referidas lo es el hecho de que aquellos especialmente  encargados de salvaguardar la Unidad Nacional y velar por la vida digna de los españoles miren hacia otro lado y se vendan por cuatro monedas y una palmadita en el hombro.

Desde la más alta magistratura del Estado, que es supuestamente la personificación y garantía de la unidad patria, pasando por aquellos que solemnemente juraron  defender la Unidad nacional hasta la última gota de su sangre, pasando por las autoridades nacionales y  los españoles todos, a nadie parece importarle lo que a nuestra Patria le pase.

Traiciones y perjurios, ingratitud y cobardía  parecen ser las únicas actitudes que  los hijos de España  son capaces de poner en marcha para proteger a la Patria que corre tanto peligro.

En estos momentos  los españoles de a pié tenemos que mostrar nuestra españolidad y preocupación con los más próximos y desagraviar  la enseña nacional de tanta befa como sus enemigos secesionistas y antiespañoles  les dedican, para ello nada mejor que colocar hoy la enseña  nacional en nuestras terrazas.

Y a  aquellos que les corresponda, que cumplan con su deber, caso contrario ya se lo demandarán Dios, España y todos los españoles.


                                    ¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!       
                        ¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!! 





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