jueves, 22 de agosto de 2013

El hormigón, el juego y los Hijos de la Gran Bretaña.



                                                                           


En estos momentos en los que España atraviesa una tensa situación  con los piratas ingleses que ocupan  el territorio  español del Peñón de Gibraltar, tengo la impresión basada en datos, de que  propios y extraños nos engañan y que  políticos y periodistas de uno y otro lado, si realmente existen dos bando y no uno solo  sometido a un poder que todo lo dirige, nos sumergen en una falsa realidad, una especie de matrix,  que nos mantienen ignorantes de los verdaderos  intereses que desde la sombra dirigen este nuevo episodio.

Nada de lo que aquí se va a referir podrá ser entendido, ni siquiera considerado, si no se  conviene en que  el mayor de los poderes que en la actualidad sobre la tierra existe, gracias a su poderío financiero, se encuentra  en la corona británica  y en la City londinense a su servicio.

                                                               


Lejos de lo que muchos puedan pensar, el poderío británico no reside, en su fortaleza militar o en su capacidad diplomática sino en la determinante influencia  financiera que todo lo domina.
 Para verificar que tal aseveración quede en mera palabrería nos vamos a referir  a lo acontecido en el conflicto de las islas Malvinas que dio lugar a la conocida guerra del mismo nombre  en el año 1982.

Ciertamente que el gobierno argentino presidido por el general  Galtieri   fue el que dio la orden de liberar las islas que  ocupaban  los británicos. Y así ocurrió, las islas fueron  reintegradas al territorio argentino  tras ser liberadas por tropas de la república hermana.

Pero todo ello fue un dislate, una concatenación de actuaciones vergonzantes por parte de la Gran Bretaña y de sus primos-títeres de los Estados Unidos de Norteamérica.

Las islas Malvinas no eran para el gobierno-imperio británico  unos minúsculos territorios perdidos en medio del Atlántico sur, eran mucho más:
Por un lado se trataba de unas islas que permitían el control de los dos únicos pasos naturales entre  el Atlántico y el Pacífico, Estrecho de Magallanes y Pasaje de Drake. El paso de que permite  el canal de Panamá es  artificial y fácilmente inutilizable.

                                                                    

 (el imperio británico   siempre ha colonizado  lugares que controlasen los pasos que permitían el comercio y de este modo aumentar su comercio  y así su poderío(Malvinas, Gibraltar, Sudáfrica, India,etc.).

                                                                 
Por otro  permitían el acceso  a cierta parte del continente Antártico  con sus inconmensurables  riquezas petrolíferas, de gas, pesqueras y minerales.

Pero resultaba también  una oportunidad para demostrar al resto de sus colonias y zonas de influencia que el poder del imperio no permitiría ningún intento de  recuperar soberanía, fuese esta territorial o política.


La Argentina recibió  seguridades  desde las más altas instancias, tanto del ministerio de asuntos exteriores USA como del Foring Office británico de que  de ser ocupadas las islas no habría  reacción militar ninguna, ni apoyo  yanky a la Gran Bretaña. Como más adelante se pudo comprobar fueron meras falsedades para favorecer la acción militar argentína.

Pero no contenta con la humillación que  la victoria de las armas del imperio británico causó en el pueblo argentino lo llevó a la ruptura, a la destrucción de su economía  y al control total de su política.

El BM, Banco Mundial y el FMI, Fondo Monetario Internacional, terminales ambas del poder financiero de la Gran Bretaña, obligaron a que Argentina hiciera  de manera inmediata frente al vencimiento de la deuda. De este modo  hubo de  deshacerse de cientos de miles de millones de  dólares. La guerra de las Malvinas y la actuación económica  de los hijos de la Gran Bretaña destrozaron la dignidad nacional de esta gran nación, extendieron el  hambre entre la población y controlaron  la política de un país  antaño en expansión.

                                                             

Detrás del enfrentamiento bélico no se encontraban, como se  nos  quiso hacer creer, la acción insensata de un gobierno militar que buscaba  desplazar la atención del pueblo ni sólo el interés patriótico de quienes querían recuperar su soberanía. Lo que se escondía tras de todo era la acción carroñera del imperio británico.



Regresando al tema de la actual  problemática surgida entre los hijos de la Gran Bretaña y España, es preciso  tener en  cuenta varios aspectos que para muchos parecen pasar  desapercibidos:

-En primer lugar señalar que entre los consejeros de la reina de Inglaterra se encuentra el director del despacho de abogados que trabaja para la empresa  de juego online de Gibraltar.

-En segundo lugar es preciso saber que los servidores británicos   tienen la exclusividad a nivel mundial del juego  online.

                                                        
El juego online, según el periódico la Razón,  factura anualmente 113000 millones de euros sólo en Gibraltar, siendo la mayor fuente de ingresos de la colonia, un ingreso muchísimo mayor que el blanqueo de dinero, el contrabando  o el turismo juntos.

Y por último, relacionado con los dos puntos anteriores y el evento que se señala como desencadenante del actual conflicto,  hemos de señalar que el lanzamiento de bloques de hormigón en aguas de la bahía de Algeciras  no es otra cosa que una forma de  proteger  un cable telefónico  con conexión directa con Gran Bretaña que le permite ampliar la banda ancha y las comunicaciones online, además de  conseguir independizarse totalmente de las líneas telefónicas españolas, recordar que el gobierno Zapatero le concedió de forma "graciosa" 40000 lineas telefónicas provenientes de la España no colonizada por los piratas ingleses.
Si no se retiran  con prontitud los 70 bloques de hormigón  lanzados a la bahía  será imposible hacerlo más adelante puesto que se desarrollará en el lugar un arrecife, entonces será intocable según las leyes medioambientales comunitarias.

                                                                                     
Pero muy mucho temo que la soberbia del imperio británico no se va a conformar con haber logrado colocar una línea  submarina en aguas españolas ni con haber lanzado bloques de hormigón sobre esta.
Lo fundamental para los hijos de la Gran Bretaña será, al igual que ocurrió en el conflicto con Argentina, es dar un castigo ejemplar  que deje bien claro que nadie puede siquiera protestar ante sus acciones unilaterales por mucho que estas  estén en contra de la soberanía de las naciones  colonizadas o bajo su influencia.


Un ataque económico  similar al que padeció Argentina  no sería de extrañar, pues en una situación  como la que sufre nuestra patria, esto sería realmente catastrófico. Si se nos obligase a  pagar el vencimiento de los intereses de la deuda o se impusiesen nuevas medidas desde el FMI o desde el BCE, 

                                                                 


Banco Central Europeo,  produciría una inestabilidad tal que  sumiría a España en el caos y daría paso a  la ruptura  que persiguen los nacionalistas.

                                                                     

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