sábado, 3 de agosto de 2013

El Futuro de Europa.



La ministra italiana de integración, de origen congoleño que tiene en el Congo 37 hermanos y hermanas,  Cécile Kynge ha señalado que quiere acelerar la inmigración de reemplazo en Europa. Cree que “los europeos deben comenzar  a razonar juntos para  establecer normas comunes en materia de inmigración”.

                                                      

                                                   
En una entrevista concedida al periódico  italiano Il mensajero  defiende  que al igual que ocurre en Francia, cualquier  persona con nacionalidad italiana debería ser considerada ciudadana europea. Del mismo modo pretende acabar con  que la inmigración ilegal sea considerada delito.
Con esto está proponiendo llenar Europa de población africana.

Todo esto hay que encuadrarlo dentro de un contexto preocupante, cando no claramente peligroso.

La ONU (Organización de las Naciones Unidas), en las previsiones demográficas que  ha presentado para el año 2100 plantea que la  población mundial aumentará en casi  mil millones respecto a las previsiones que anteriormente había  marcado para ese mismo año,
Hasta ahora se pensaba que para ese 2100 la población mundial ascendería a 10100 millones de personas, pero en esta nueva predicción se habla de que se alcanzarán los 11000 millones en los próximos  87 años.

                                                     


El aumento en esta nueva predicción  se debe, y aquí está la relación con los planteamientos de la ministra italiana, a que sólo en África la población se va a cuadruplicar, pasando de los actuales 11000 millones actuales a sobrepasar los 42000. Mientras tanto la población autóctona  europea enfrentará un  declive que hará difícil el reemplazo generacional, reemplazo que la ministra italiana propone ocupar con inmigración africana.
Con semejantes datos Europa tal  como la conocemos tiene los días contados.

El “efecto llamada” actualmente es gigantesco, imaginen hasta que punto la presión sería insoportable con  leyes más permisivas y con  el crecimiento  poblacional que se  prevé en el continente africano.
Según indica hoy la prensa nacional, los inmigrantes subsaharianos  que se alojan  en  campamentos improvisados en el Monte Gurugú (Marruecos) para tratar de pasar a Melilla amenazan con prender fuego a sus hijos para mediante esta amenaza poder entrar en la Ciudad Autónoma.

                                                       


Otra información que puede resultar clasificadora para aquellos que continúan creyendo en la bondad de la inmigración subsahariana y la posible asimilación entre esta y la europea hace referencia a que el presidente de Zimbawe, Robert Mugabe  ha  amenazado esta semana con decapitar a la comunidad gay del país, tachando a los homosexuales de “ser peores que los cerdos y los perros”.

                                                        

Desde luego ninguna voz de la comunidad gay se ha levantado contra tales declaraciones, no es políticamente correcto criticar a un dirigente africano si pertenece a una raza diferente a la blanca


Que cada cual saque sus conclusiones respecto al problema de la inmigración africana y el futuro de Europa.

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