sábado, 17 de noviembre de 2012

El pueblo ha de combatir el desempleo y luchar contra la miseria





                                              

La población española a cada paso  se está internando en un terreno que le lleva a una depauperación  cada vez mayor, a una miseria que no se había visto desde los años posteriores a la guerra civil, nuevamente se escucha algo que  desde hacía muchas décadas se daba por  desaparecido en nuestra Patria, me refiero al hambre. La clase media que  con tanto  esfuerzo se creo y que  para toda comunidad social es un colchón  que evita la radicalización que resulta de la existencia de un salto  entre  clases ricas muy ricas y otras pobres muy pobres  también  se evapora.



                                                               

En el entretanto el actual ejecutivo pone su vista no tanto en  el bienestar de la población cuanto en consecución de que la deuda y el déficit se adecuen a las exigencias de la Unión Europea(U.E.) y del Banco Central Europeo (B.C.E.). Para conseguir alcanzar tales exigencias las medidas que esta adopta  se centran especialmente en la subida de impuestos, en el recorte de los servicios básicos que presta el Estado, en la congelación  de toda inversión estatal y en una vergonzosa ayuda a las entidades bancarias.


                                                            

Todo esto lleva  a que las familias y particulares  vean reducidos de forma abrupta sus ingresos y con ello  las compras que realizan. Un descenso  tan  de tales lleva aparejado que los comercios, las pequeñas empresas y la industrias que producen aquello que se vende rebaje su funcionamiento.
De esta forma la ausencia de dinero circulante que retiene la presión fiscal y la ausencia de  créditos a un interés razonable por parte de las entidades financieras  lleva a un aumento  de desempleados ya que  los comercios, las pequeñas y medianas empresas cada vez precisan de menos mano de obra.

Esta infernal situación  que deriva de una rueda perversa sólo puede romperse de dos maneras:  Mediante la bajada de la presión fiscal y el aumento del dinero circulante a través de  bajos y medianos créditos por parte de la banca a los particulares y a las medianas y pequeñas empresas, o mediante unas actuaciones  de la generalidad de la población. Dado que la primera opción resulta poco menos que imposible dada la actual política de los que nos  gobiernan desarrollan  para el logro de un déficit y una deuda sometida a las  indicaciones  de la U.E. tan sólo  unas actuaciones de la población podrán frenar el imparable aumento del desempleo y de la miseria.

¿Pero cuales son esas medidas que la población debería poner en marcha con el círculo vicioso que arriba hemos  descrito y as consecuencias que de este derivan?.

Antes de  desarrollar estas medidas que habrían de adoptarse hay que señalar que los políticamente correctos, los liberales, los defensores de una equivocada solidaridad y los defensores de un mercado sometido a las leyes del libre mercado se opondrían  con uñas y dientes a la aplicación de tales medidas.
Las medidas se derivarán  de la necesidad de que el dinero, poco debido a  la presión fiscal y a la nula colaboración bancaria, sirva  para que la economía nacional impulse   una situación que mueva el comercio la industria y con ellos se frene la  hemorragia de desempleo que a su vez redunda en un mayor gasto  en protección  social y en una menor producción nacional.

Las medidas a aplicar son muy sencillas, la población  debería  limitar sus compras a  artículos exclusivamente nacionales,


                                          
 con lo que  el aumento  del consumo exigiría  un aumento de mano de obra que  permitiese a las empresas españolas   hacer frente a la  casa vez mayor demanda. Por otro lado esa misma población nacional debería  adquirir exclusivamente en comercios y pequeñas superficies  españolad, de modo que  estás creciesen y pudiesen desarrollarse  permitiendo el crecimiento de la mano de obra  y evitando que las pequeñas y medianas empresas  terminasen por caer en una situación que le  empuje al cierre y con ello al aumento del desempleo.


                                                            
Y en último lugar la población  habría de retirar el dinero que tiene depositado en las entidades financieras hasta que estas se comprometiesen públicamente a que  pusiesen aen circulación el dinero a través de  prestamos a bajo interés a particulares y pequeñas y medians empresas nacionales.


                                                    

Como ya señalé, todo esto puede ser  tachado por muchos de medidas xenófobas, insolidarias con  los no nacionales, etc, pero en una situación critica como la actual en la que el desempleo, el hambre y la desesperación  campa por nuestras calles estas medidas se hacer imprescindibles.

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