El banco malo y el poder de la banca.

                                                 

España está atravesando por una situación  absolutamente crítica, tanto en lo económico como en lo referente a la integridad territorial. Ahora  vamos a hacer referencia al terreno económico. La población  sufre una ola de  depauperación tal  que son legión los que  se encuentran  desempleados, que ya carecen de cualquier tipo de subsidio y que se encuentran  con que ningún miembro de la unidad familiar aporta ingresos para cubrir mínimamente sus más perentorias necesidades.

                                                

En esta situación, para muchas familias el pago de las cuotas de las hipotecas les resulta poco menos que imposible, en no pocos casos han de elegir entre dar de comer a sus hijos o hacer frente al pago de estas.

Pero los bancos a los que han de pagar esas hipotecas lejos de  dar facilidades o de permitirles  continuar viviendo en ellas  pagando un bajo  alquiler, aunque la propiedad pase a ser de la entidad financiera,, recurren a la crueldad que es  el desahucio.

                                         

Los bancos olvidan que  para  poder sobrevivir  han recibido ingentes cantidades de dinero  de manos del Estado, que es lo mismo que decir de esos mismos a los que después pone en la calle.

Y para colmo el gobierno afirma que en breve va a poner en funcionamiento lo que ha dado en llamar  un “banco malo”, esto no es sino una forma más de mostrar la absoluta supeditación del poder político al poder financiero.

¿ En que consiste ese banco malo del que tanto se habla?

Los bancos se encuentran con que  en la actualidad tienen  una ingente cantidad de  pisos, procedentes  de construcciones que promovieron y no pudieron vender  y de desahucios.  Estas viviendas  son consideradas productos “tóxicos” 

                                               
pues no  valen  lo que declaran que valen puesto que el valor actual, muy inferior al que tenían antes de la explosión de la burbuja inmobiliaria y del desarrollo de la actual crisis en gran parte debida a los tejemanejes financieros.

Los bancos se encuentran con que  no son capaces de vender tal cantidad de pisos. Pongamos que los pisos en la actualidad tienen un precio de 300000 euros.

En esta situación  el gobierno se propone salvar a los bancos de esta situación  comprándoles los pisos  al precio de 300000 euros, comprometiéndose a venderlos en el plazo de 15 años. 

De esta manera el banco poseedor de  los pisos que no era capaz de vender obtiene el dinero en efectivo que precisa para sanear sus cuentas.

Mientras tanto en el banco malo, que se habría gastado  4000000 millones de euros al adquirir los pisos , pone a la venta los pisos que adquirió a los bancos, pero  no los vende a los  300000 euros a los que los compró sino a menos de 120000 euros.

Como vemos el banco malo es un negocio redondo para esos bancos que especularon  con el ladrillo y desahuciaron a muchas familias, más de 500 al día actualmente, mientras que  los paganos resultamos ser los de siempre, los ciudadanos de a pié que  pagamos los impuestos y vivimos sujetos a unas condiciones de vida cada día más penosas.

Y al  igual que ocurrió con las ayudas para el rescate de las entidades financieras, a través de las cuales se regaló a la  banca una ingente cantidad de dinero que se le aportó por parte del Estado, es decir por todos nosotros, para su saneamiento, los bancos  lejos de ayudar a que la economía se dinamice gracias a poner en movimiento el dinero a través de  prestamos y ayudas a bajo interés a particulares y pequeños empresarios  se  niega a darlos y aprieta las tuercas a aquellos que les resulta imposible hacer frente al pago de las hipotecas.

La banca no es otra cosa que un negocio privado y como tal ha de ser tratado, dejando que crezca o se hunda por sí mismo, sin que reciba trato especial alguno.

Se nos dirá que si los bancos caen  la economía nacional lo hará también, en ese caso la banca ha de ser obligatoria e inmediatamente nacionalizada puesto que unas  asociaciones económicas privadas no pueden determinar ni dirigir  la economía de un país, y han de serlo también puesto que  configuran un sector estratégico para  la economía nacional.

Desde una banca nacional y pública  el objetivo será el dar a los particulares y empresarios prestamos a un  bajo interés, y no como en la actualidad aumentar los beneficios de los accionistas y pagar los multimillonarios sueldos de los altos directivos.