domingo, 9 de septiembre de 2012

Trabajos forzados para parados y libertad para presos.



                                                                       



El preso cuenta: Nunca he vivido mal del todo ni he pasado necesidad alguna, eso si,  cada pocos meses he tenido que  preparar bien los golpes que me han permitido llevar una vida regalada, después de la preparación los he tenido que llevar a cabo atracando  o asaltando  tiendas, en alguna ocasión resultó herida alguna de las personas  a  las que  atracaba o que estaban  presentes. Finalmente hace un par de años la Guardia Civil me detuvo  y el juez me condenó  a prisión.

                                                     
Desde el momento en que ingresé en la cárcel  mi vida está privada de libertad y resulta monótona, pero he de reconocer que es el justo pago a mis acciones. Por otro lado  no me tengo que levantar temprano para trabajar, mis  necesidades alimenticias, de vivienda, el acceso a la televisión, al cine y a la cultura  me resultan absolutamente gratuitas y  para disponer de todo ello no preciso ejercer ningún tipo  de trabajo, y en los tiempos que corren eso no es decir poco.

El parado nos dice: Yo en cambio soy alguien que durante  años he tenido que levantarme de madrugada para  ir a buscar la fruta con la que disponer de genero que  poner a la venta en mi pequeña frutería. Mi vida ha sido dura puesto que   tenía que dar de comer a mi familia, pagar los impuestos y pagar la hipoteca del piso. Desde hace unos meses las cosas han ido de mal en peor, las ventas bajaron y los beneficios que obtenía de ellas no me permitían  dar de comer a los míos ni pagar la hipoteca del piso, tuve que cerrar mi  negocio puesto que llegó un momento en el que en lugar de beneficios sólo obtenía perdidas. Pasé a engrosar de este modo ese ejército de millones de parados de los que tanto hablan los políticos y los medios de comunicación. Con el paso de los meses me resultó absolutamente imposible pagar la hipoteca y pasé a formar parte de esos a los que se les priva incluso de un techo, fui desahuciado.
Ahora mi familia y yo malvivimos con eso que todo el mundo llama “ el paro. Algo a lo que por cierto no es un regalo sino que forma parte de eso a lo que durante años de honrado trabajo   y pago de impuestos colaboré a mantener.


                                                   

Ahora dicen que si quiero  continuar percibiendo  esa prestación que gracias a   mis impuestos me he ganado  he de ir a limpiar montes  o a colaborar en el saneamientos de aquellos que hayan sido pasto de los incendios.

                                                     

Pues bien, la única realidad es que es indiferente que yo haya sido  cumplidor de las leyes y haya contribuido a las finanzas del país mediante el pago  de los impuestos.
Aquél que por el contrario  la haya inflingido, no se haya esforzado en el trabajo y nunca haya declarado  recibirá  de modo gratuito  techo, manutención, electricidad y acceso a televisión cine y piscina.  Nadie le exigirá que pague todo esto, pero en cambio yo si he de  realizar un servicio a la sociedad para poder disponer de una prestación que el Estado me debe.

Basta de tanta injusticia y de esa visión buenista que habla de los derechos de los delincuentes a la par que  pone trabas y criminaliza a los parados.
Si los delincuentes juzgados y encarcelados no pagan los gastos que su vida en prisión  produce, ¿ porque  los parados que han cumplido la ley, se han esforzado y han  colaborado con todos a través de los impuestos han de   realizar cualquier tipo de  actividad social como ahora se les puede solicitar y en cambio no ocurre en el caso de los presos?.

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