domingo, 8 de julio de 2012

El Nuevo Orden Mundial.


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Lejos de cualquier elucubración  conspiranoica voy a referir en esta entrada lo que se está produciendo, que no es otra cosa que la instauración de un Nuevo Orden Mundial que se está desarrollando ante nuestros ojos, y que precisamente por desplegarse  a través de sucesos cotidianos y repetidos puede estar pasando desapercibido para una mayoría de la población, siendo de este modo aceptado por la ciudadanía sin rechistar ni mostrar oposición alguna a los verdaderos causantes del desaguisado económico-social que  padecemos.

Para tomar conciencia de esto a lo que me estoy refiriendo tan solo se precisa  abrir los ojos y  ver  cuales son las profundas consecuencias  que las indicaciones de los denominados “mercados” tienen en aquellos  que nos gobiernan.
En la actualidad es  cada vez más incuestionable que las medidas, y no sólo las que hacen referencia a cuestiones económicas, que adoptan los gobiernos de países supuestamente soberanos  no son resultado de decisiones autónomas sino que le son impuestas por entidades  internacionales que a su vez  están sometidas a poderes financieros  tiránicos que velan excluidamente por sus intereses económicos.
Todos estos poderes esconden su existencia tras el epíteto de “mercados”, de modo que la población acepta como inapelable cualquier decisión  impuesta por unos poderes financieros que no cuentan para nada con la población y simplemente toman decisiones que persiguen  un mayor beneficio, una mayor influencia y a través de ello alcanzar un poder  absoluto.


                                             

Al utilizar la expresión Nuevo Orden Mundial, pretendo poner de manifiesto que la organización  mundial hasta ahora existente, basada en la existencia de  naciones-estado con soberanía propia, está siendo sustituida por un Orden distinto en el cual tales unidades han desaparecido en tanto que  realidades soberanas de modo que esa soberanía y el poder  lo detenten los poderes financieros internacionales.
Y tal poder será aplicado por unidades políticas sometidas a ese poder, las decisiones irán desde  cuestiones económicas hasta las sociales, pasando por las políticas y penales.
Y esto es así dado que las unidades políticas se someten a  entidades supranacionales: ONU,FMI,BCE, UE, OTAN,OMC, etc, que a su vez son controladas por el poder antes señalado y que imponen políticas ecomómicas, sociales o militares.



                                         
Y desde luego esta novedosa organización  no puede verse de un modo alejado de la realidad cotidiana y de la vida de los ciudadanos.
Con anterioridad, los estados-nación buscaban con mayor o menor acierto el desarrollo económico de las sociedades y el bienestar de sus ciudadanos, los regímenes en ellos instaurados, independientemente de la representatividad del pueblo en ellos, tenían la capacidad de desarrollar un estado del bienestar lo más avanzado posible al tener la suficiente soberanía para  actuar en lo económico  de modo independiente y no sólo pendiente del beneficio de otros, distintos al pueblo, y en lo social ocurría un tanto de lo mismo.
En cambio ahora  los poderes financieros y las organizaciones a su servicio son los que marcan los fines económicos a alcanzar, que no son otros que los de su beneficio, así como los recortes sociales  o la estructuración  laboral que ha de ser desarrollada.

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