martes, 24 de abril de 2012

Los ERES, la crisis y la banca.


Cuando se habla de  un E.R.E (Expediente de Regulación de Empleo) en muchas ocasiones parece que se hiciese referencia tan solo aun dato  , a una mera información macroeconómica. Pero cada uno de esos datos   se esconde un drama personal, una tragedia que en los momentos por los que atravesamos  acerca a personas concretas, a familias enteras más y más a la pobreza y a la desesperación. Es así que los datos que ahora se van a presentar no deben ser vistos ni tomados como una información más.

                                                  

Las medidas económicas de la famosa reforma laboral que ha puesto en marcha el gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy  han producido un aumento  desmesurado de los despidos al conceder  a los empresarios unas  posibilidades que han  utilizado para  aumentar sus beneficios aún a costa de los empleos de los asalariados. Se puede argumentar, y no sin razón, que muchos empresarios han aplicado tales medidas para que las empresas, y con ello el empleo de los trabajadores asalariados, pudiesen sobrevivir a la problemática económica que la actual crisis  está produciendo.
Ahora  bien, el haber proporcionado a los empresarios, siempre la parte más fuerte en las relaciones laborales, la posibilidad de despedir de modo procedente a asalariados si se da o se prevén(¿)  pérdidas durante varios meses seguidos es  algo injusto que va contra los derechos de quienes  trabajan para la empresa y al ser la parte más débil a  nivel económica ha de ser protegida por el estado.
Los datos a los que me refiero son los siguientes:

Los ERES hasta Febrero (o sea en dos meses) se han incrementado en un 55%, se autorizaron 4528 expedientes, de los que 3035 estaban motivados  por causas económicas. Estos 4528 expedientes autorizados implicaron a 60569 asalariados. Es decir se produjo un aumento del 44.9% respecto al mismo periodo del año anterior, 2011.


http://www.elmundo.es/elmundo/2012/04/22/economia/1335092996.html

No la panacea ni la solución a todos los problemas que  plantea la crisis económica por la que atravesamos, pero sí un fuerte y sensible método, que en Suecia ha tenido un muy importante resultado hasta el punto de convertirse en la mejor economía europea a la hora de capear la crisis, 


                                                    
es que los bancos, y las entidades financieras en general,  no reciban ““inyección” alguna de capital y se les obligue a ser ellos los que carguen con sus propios problemas.

                                                       
Y es que es lógico que la banca no produzca si cuenta con que si sus resultados son negativos siempre estará el estado para sacarle a flote.
Es socializar las pérdidas manteniendo la privacidad de los beneficios.
Por otro lado el estado debe obligar a la banca a que los créditos sean más bajos y reviertan en las familias y las pequeñas y medianas empresas, lo cual  pondría  en marcha la economía y con ello aumentaría el consumo y el empleo.

                                                           
 Los trabajadores asalariados no debemos ser los paganos de  una crisis que no hemos creado.

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