jueves, 5 de abril de 2012

Deuda USA, oro y China.

                                                                         


Para el imaginario popular los Estados Unidos continúa siendo la mayor potencia del planeta, y en lo que se refiere al aspecto militar armamentístico puede que esto sea verdad, aunque potencias como China o Rusia  le anden a la zaga.
Pero si nos referimos al terreno económico  considerar a EEUU como la mayor potencia del planeta es  incurrir en un error de bulto pues  es absolutamente falso, por mucho que  el dólar continúe siendo la moneda de referencia para los intercambios comerciales internacionales y especialmente los referidos al petróleo.

La deuda de USA es de tal calibre  114,5 billones (con b) de dólares, lo que equivale al 20% del PIB (Producto Interior Bruto) mundial.

Esta cifra es tan desorbitada que para poder  tener una imagen que nos permita hacernos idea de ella se ha hecho una descripción física que puede  verse en la siguiente página:


China es el mayor poseedor de la deuda de los Estados Unidos, lo cual  ha preocupado  a USA al ver que su economía, y con ella su poderío  no deja de ser un mero recuerdo del pasado puesto que ya su soberanía realmente ha dejado  de estar en sus manos para  estarlo en las de una potencia que para una mayor problemática, para USA claro, está adquiriendo un muy considerable  poderío militar.


                                                             

La rebaja de la calificación de la deuda  de los Estados Unidos a largo plazo rebajando la AAA con la que estaba distinguida, calificación  realizada por la agencia Standard & Poors, ha llevado a que China con todo el derecho del mundo exija a  USA que aborde sus problemas estructurales de deuda y de este modo asegurar  los activos de dólares en poder de China.

China también ha advertido de que nuevas rebajas de calificación  podrían socavar la recuperación económica mundial y dar lugar a un nuevo ciclo de caos financiero global.


China y Rusia han propuesto con vistas a la reunión del G-20 que se celebrará en Londres sustituir el patrón dólar por el patrón oro.
La propuesta consiste en que se cree una nueva moneda mundial  cuyo valor debería estar respaldada por activos reales  (oro), más allá de lo que actualmente ocurre con el billete verde (dólar), con lo cual el yuan chino y el rublo ruso dejarían al dólar de USA y con ella a su economía en un tercer o cuarto puesto en el poder mundial.

Estados Unidos no podría  mantener a flote su economía dado el altísimo nivel de  endeudamiento  que tiene, la economía  USA no lo permitiría.

                                                                


Igualmente,Muammar Gadaffi propuso sustituir el patrón dólar por le patrón oro a través de una moneda, el dinar de oro, que sustituyese al dólar y al euro en las transacciones económicas, algunos países árabes y del norte de África se sumaron a esta propuesta.
Libia se proponía abandonar el sistema monetario internacional, con el peligro que supondría para los Estados Unidos unos  intercambios comerciales  basados en una moneda  respaldada por el oro y no por el dólar. El petróleo dejaría  de ser pagado en dólares con lo que ello implicaría para la economía USA.
Con la medida que proponía Gadaffi el euro perdería también su peso en la economía internacional, ahí puede estar la razón de que  los aviones de la O.T.A.N.  actuasen directamente bombardeando a las tropas gubernamentales y apoyando a los rebeldes


                                                                        

El  lector se preguntará, y con razón, ¿en que forma me puede todo esto afectar a mí?.

Pues muy sencillo, hay que tener en cuenta que lo primero que tratará de hacer USA  es  rebajar drásticamente su deuda y de esta forma hacer frente con posibilidades de éxito a una nada improbable imposición del patrón oro y de esta forma  romper la  interferencia China. ¿Pero de que modo puede EEUU lograr esa reducción?, pues exclusivamente de dos formas, bien a través de los impuestos, cosa complicada en un país tan dependiente de la intención de voto para que los grupos de presión se puedan mantenerse en el poder o mediante la puesta  en marcha hasta unos límites máximos de su industria armamentística  e imbuir   a su enorme ejercito en conflictos bélicos que pudiesen consumir lo que la industria produciría.

                                                             

Ahora mismo, y desde hace varios meses, en la zona del Golfo Pérsico hay una enorme  concentración de naves y aeronaves  de combate: chinas, rusas y norteamericanas.

                                                        

en razón de  un enfrentamiento, que gracias a Dios aún no  tiene carácter militar.
El tema en torno al cual    giran, al menos esa es la cuestión superficial, las desavenencias  es el de el acceso de Irán a armamento nuclear. Estados Unidos e Israel  se proponen evitar esta contingencia a cualquier precio incluso  recurriendo a ataques preventivos, pero por el contrario  Rusia y China se oponen a ello y han enviado  barcos de guerra a la zona.
Estados Unidos ha declarado abiertamente que si el estrecho de  Ormuz es cerrado por Irán actuarían militarmente de modo inmediato.

                                                               

No debemos pasar por alto que se enfrentan los defensores del patrón dólar  con los que defienden  el regreso al patrón oro en las relaciones monetarias, comerciales y financieras internacionales.
Estados Unidos no puede permitirse dejar su actual hegemonía de única potencia para pasar a ser una economía débil. Recuerde que para poner en funcionamiento su ejército, y de este modo poder consumir lo que produzca su imponente industria armamentística y a su vez lograr  riquezas energéticas y acabar con la posibilidad de que  el dinar de oro fuese una realidad, atacó y derrocó a Gadaffi, al igual que antes  invadió Irak  con fines  también geoestratégicos,  o que  atacó e invadió Afganistán con fines tanto  de geoestratégicos  como de  dominio energético.

Pues  con todos estos datos no es muy difícil  presumir cual puede ser el resultado de la situación que se está desencadenando en las aguas cercanas a Irán. 


                                                             

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