martes, 3 de abril de 2012

Amnistía fiscal.

En el Consejo de Ministros del pasado viernes el ejecutivo de D. Mariano Rajoy se aprobó la denominada amnistía fiscal, con tal medida se nos dice que pretenden recaudarse  3250 millones de euros.


                                                                      
Esta medida  es un retroceso más en  la Justicia en cuanto que afecta sólo   a  los que han delinquido evadiendo capital, aplicándoles un gravamen del 8% a aquellas empresas que repatríen  los dividendos de filiales en paraísos fiscales  y un tipo del 10%  para aquellos que afloren el dinero evadido. Mientras que al resto no se nos pasa ninguna falta con respecto a lo que hacienda exige a través de los impuestos.
Es decir estamos ante la injusticia  puesto que como hemos dicho afecta sólo  a unos, para más inri  exclusivamente a aquellos que han transgredido la ley. Rajoy ha decidido perdonar a los más ricos mientras que las leyes que combaten el fraude fiscal si se aplicarán a los asalariados, autónomos y pequeños empresarios.


                                                                
Los directamente implicados  en el origen y desarrollo de la actual crisis en España, serán premiados mientras que los que la sufrimos seguiremos siendo controlados por si se nos ocurriese  vulnerar las leyes fiscales.
El sector financiero acapara todas las dádivas provenientes del Estado y de la Unión Europea mientras que   el resto se ha de “apretar el cinturón” hasta límites verdaderamente sangrantes.

Hasta la saciedad se mantiene por parte de la derecha mediática que  100 días son muy pocos para poder  juzgar  al gobierno del Partido Popular, pero tal  afirmación se contradice con las medidas que ha tomado, por mucho que se nos diga que son  la única forma de afrontar la crítica situación económica por la que atraviesa nuestro país. Ahora bien si nos fijamos un poco en estas medidas van todas en  la misma dirección, en la de  exprimir a las clases medias y populares mientras que las grandes fortunas, los partidos políticos, los sindicatos y  la clase financiera no son tocados.


                                                                
                                                                               
Los servicios públicos se ven recortados, el IRPF es incrementado, la luz aumenta un 7%, el  gas un 5 y el butano un 3. Las relaciones laborales  han sufrido un  ataque descomunal  por medio de la  tan traída y llevada reforma laboral.


                                                              

Contrariamente a estas agresiones contra las condiciones de los trabajadores, ya sean estos empresarios o empleados, se legitima un sistema capitalista  responsable de la situación  económica por la que atravesamos y el sistema autonómico  que tanto colabora al hundimiento económico y nacional  sigue adelante sin  recibir recorte alguno. Los partidos políticos y  los sindicatos continúan recibiendo  subvenciones multimillonarias y la corona igual.

Pero todos somos responsables de lo que está aconteciendo puesto que aquí parece que nadie quiere ver lo que ocurre y el pueblo no levanta un  sonoro ¡basta! que ponga fin  a este estado de cosas.

Las finanzas  internacionales  dominan  nuestra política y dirigen  los pasos que nos llevan al precipicio y la banca nacional, a pesar de las numerosas “inyecciones” económicas recibidas  se niegan a que el crédito fluya a la población y a las pequeñas y medianas empresas. Pese a ello el gobierno no aplica medida alguna, más bien  todo lo contrario, pone en funcionamiento   planes como el de la dación por pago que en el fondo es una medida mediante la cual  los bancos podrán  obtener jugosos beneficios al prestar a las administraciones a un alto interés  un dinero que ha recibido del BCE a uno bajísimo,  especulación  y chollo perfecto para los que a través de la especulación  empobrecen la nación.


                                                                       

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