jueves, 19 de enero de 2012

Modificación de la negociación colectiva.

Entre las medidas de las que se habla para hacer frente a la crisis económica  que de un modo tan serio afecta a la economía española, y por tanto a los  trabajadores en general, se encuentra   una que hace referencia  a la negociación colectiva.  Tal variación modificaría de modo sustancial  este tipo de acuerdos, privando  a los trabajadores de uno  de los elementos  de que en la actualidad disponen para que sus derechos  laborales sean respetados.
                                         
                                                              

Hasta ahora la negociación colectiva  se lleva a cabo  entre los sindicatos y los representantes de las empresas de un sector para llegar a un acuerdo en lo referente a las condiciones  laborales que han de aplicarse a la generalidad de los trabajadores de ese sector.


Las condiciones que resultan de tal negociación resultan de aplicación obligatoria por las empresas del sector a la hora de establecer las condiciones que han de darse entre la empresa que contrata y el trabajador.

Lo que se pretende, al menos eso es lo que se argumenta, es “flexibilizar” las condiciones laborales para de este modo  hacer que las contrataciones resulten más atractivas y menos gravosas para los empresarios  y de este modo  se contrate más y de este modo se reduzca el altísimo  porcentaje de desempleo existente.

El cambio que se propone   es que las negociaciones colectivas, en lugar de realizarse por sectores, como hasta ahora, se realicen por empresa. Siendo las condiciones laborales que resulten del pacto entre los comités de empresa y los empresarios las que habrán  de aplicarse  a las condiciones laborales  entre empresa y trabajadores.

Pudiera parecer que tal modificación  no es excesivamente gravosa para los trabajadores, y más ante esta  situación económica y dada los elevados índices de desempleo existentes.

Pero tal alteración es todo menos  anecdótica, unas  negociaciones por sector  liberan a los trabajadores  de la presión directa que el empresario  ejercerían sobre los trabajadores.

                                                                   
 Y es que negociaciones más próximas  pueden imponer unas condiciones de salarios, horarios, etc. debido a que  siempre estaría presente la  posibilidad del despido o la no renovación del contrato de aquellos que negocian por parte de los trabajadores.

                                                                    

En definitiva, la transformación que se pretende no sería si no un  recorte de los derechos laborales de los trabajadores.



                                                                  
                                                                     

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