domingo, 4 de diciembre de 2011

Libertad liberal frente a verdadera libertad

El concepto de libertad vendrá determinado por el credo que subyace a quién exponga ese concepto. Siendo esto, así, es muy claro que la libertad para quienes reconocen la existencia de un Dios creador que marca unas leyes  superiores a la voluntad humana será diametralmente opuesta a la concepción de la libertad que defienden los que no reconocen si no la voluntad del ser humano como única rectora de la vida humana y como única de las leyes y obligaciones.
La libertad que los liberales consideran un fin en si mismo, es en realidad una potencia humana, potencia que será bien usada en cuanto se utilice para acercarse a la Verdad desde el bien o será mal usada si aleja de la Verdad o si se usa desde el mal. Queda claro pues que las opciones libres no son el hacer lo que se quiere  sino lo que se debe.
Antes de entrar a fondo en lo que consideran los liberales como libertad o en lo que vamos a denominar libertad real vamos a señalar los tres tipos de libertad que se pueden considerar que existen;

a.- La libertad psicológica: o libre albedrío: Se trata de una facultad propia de los seres humanos como seres proveídos de inteligencia. Sería  la facultad de optar por tal o por cual cosa, independientemente de las necesidades interiores (instinto, reflejos, etc.) Este aspecto  es la dignidad del ser humano al  hacerse depender de si mismo y ser por tanto responsable. Esto no ocurre con los animales.

         b.- La libertad moral. Esta  se referiría al uso del libre albedrío  a que hemos hecho referencia anteriormente. La libertad no es un fin en si mismo sino que viene marcada por el hecho de dirigirse hacia el bien supremo que es Dios y el cumplimiento de su voluntad. De este modo un uso bueno del libre albedrío sería aquel que eligiese medios buenos conducentes a la obtención de un fin asimismo bueno.

         c.- La libertad física o libertad de acción sería la ausencia de coacción exterior que  al sujeto actuar según su voluntad. Esta libertad es la única que contemplan los liberales, haciendo de ella un absoluto. Para el liberalismo cualquier coacción es eminentemente negativa, convierten la libertad entendida como ausencia de coacción como un fin en si mismo puesto que no reconocen ningún fin que supere la propia voluntad del individuo La única coerción que puede el liberal aceptar es aquella que se refiere al orden público.
Se puede decir que toda ley coacciona la libertad física, pero no toda ley está coaccionando la libertad moral, ya que la ley puede y debe servir para hacer más fácil el acceso del individuo a la Verdad.
La verdadera libertad es aquella que reconoce la Verdad y que la considera como un medio  para alcanzar el Bien sometiéndose a la voluntad del Creador.

                                                          

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