viernes, 11 de noviembre de 2011

Las acciones de ETA

Durante la existencia de ETA esta organización terrorista ha provocado cerca de mil muertos, centenares de miles de mutilados amén de haber llevado a cabo un alto número de secuestros.
La actividad terrorista que  los independentistas etarras  han desarrollado hasta ahora ha pasado por diversas  etapas y a su vez presenta una serie de acontecimientos, fruto de sus acciones, que los políticos han querido presentar como si no guardasen relación alguna con  estos.

ETA en un primer momento no entró directamente en lo que llaman lucha armada y que no es otra cosa que terrorismo, su actuación criminal evolucionó.
La evolución que a continuación se presenta  es meramente indicativa puesto que no hay que olvidar que puede ocurrir algunos métodos    se estén aplicando de modo simultaneo.

En un primer momento  la práctica totalidad de sus acciones obedecían a  una imperiosa necesidad de obtener  dinero para mantener todo el aparato propagandístico y la logística necesaria para salvaguardar su existencia como grupo clandestino. Siendo esto así, en los primeros años su actividad se centró en la realización de atracos y robos, tan sólo en el año 1972 atracaron  12 entidades bancarias. En este periodo las acciones que proyectaba ETA   no se planteaban producir ningún tipo de victimas personales.
Cuando en Marzo de 1963, en la II Asamblea ETA adopta los principios de la Guerra Revolucionaria comienza a realizar sabotajes utilizando con profusión explosivos. A todo esto se suman los robos de estos, en1973 se hicieron con 3.000 Kg, aunque fueron recuperados por las Fuerzas de Orden Público).                                                                     
Además de los sabotajes antes referidos  se produjo un hostigamiento a las FOP a través de tiroteos aislados, explosiones y amenazas mediante anónimos. En 1972 se llevaron a cabo cinco explosiones y tiroteos.


El paso  fundamental que dan los terroristas lo dan cuando a finales de los años 60  comienza a asesinar, primero al Guardia Civil  D. José Pardines y después al jefe de la Brigada Social D. Merino Melitón.                                                                       
Es así que desde 1968 hasta la muerte del General Franco ETA comete de 43 asesinatos.
En este periodo de tiempo los terroristas recurrieron primordialmente a los asesinatos personalizados contra miembros del Ejército, de las Fuerzas de Orden Público y contra miembros de segunda fila del Movimiento Nacional. Aunque esto no fue una norma que se pueda considerar de modo estricto ya que tras la  VII Asamblea de 1973 se llevaron a cabo atentados como  el asesinato del Presidente del Gobierno Almirante D. Luis Carrero Blanco          
 o contra la cafetería Rolando en la que  murieron 12 personas sin significación ninguna.
                                                                                   

En los últimos años del régimen anterior comienza a aumentar la actividad asesina, actividad que termina por dispararse de modo espectacular tras  la aprobación de la Ley de Reforma Política, y no digamos  una vez que se aprueba la Constitución de 1978.
1968
1969
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
2
1
0
1
2
8
17
26
21
28
85
118

La acción terrorista a partir del año 1977 (año en el cual se aplicó una amnistía general que puso en la calle a un gran número de terroristas con delitos de sangre) se hace cada vez más numerosa y mortífera debido a que la banda, con esta forma de hacerse presente en la vida española, pretende  presionar sobre la clase política para que se optase por una “solución de compromiso” como fue el estado de las autonomías. Una vez que  se optó por este modelo de organización territorial la coacción se dirigió a que la Comunidad Vasca recibiese más y más  transferencias (en el año 1980 el número de asesinatos alcanzó la cifra de 124 ).

A partir de  ese año los asesinatos continuaron de modo ininterumpido, con escasos periodos de “tregua” que más adelante serán objeto de nuestra atención.

Los atentados, por su cantidad comenzaron a ser para los españoles algo poco menos que cotidiano, como los terroristas vieron que con sus acciones no lograban sembrar  el desasosiego, y mucho menos el pánico, entre el pueblo español iniciaron una serie de atentados de mayor calado que resultaban amén de criminales, generalizados. Es así que recordamos atentados como el que el 26 de Mayo de 1979 acabó con la vida de varias personas que se encontraban tranquilamente en la cafetería “California 47”, entre ellos hay que contar los del Hotel Corona de Aragón en Zaragoza el 12 de Julio de 1979 o el derribo mediante cohetes tierra-aire del avión que chocó en el monte Oiz, junto a Bilbao. Pese a que en estos dos últimos casos las autoridades hayan reconocido que fuesen atentados, en contra del criterio de los servicios de información (CESID). Este tipo de atentados no se han realizado en más ocasiones debido al buen hacer de las Fuerzas de Seguridad, como cuando la Guardia Civil logró en dos ocasiones detener las denominadas “caravanas de la muerte” que se dirigían a Madrid para atentar en el metro, o cuando  en un control la benemérita consiguió interceptar, murió un número, un coche cargado de explosivos para estallar en plena capital de España en las Navidades de hace tres años.

Un paso posterior , y que parece les ha dado un resultado excelente a los terroristas , ha sido el de asesinar miembros de partidos políticos nacionales y periodistas de medios asimismo nacionales. De esta manera han logrado que los que realmente mandan y los que crean opinión “vean las orejas al lobo” y pongan en movimiento una reacción que ninguna de las estrategias anteriores había conseguido.
El punto de inflexión en la posición  en la lucha contra el terrorismo y en la actitud popular respecto a este lo encontramos en el asesinato anunciado del concejal del partido popular Miguel Ángel Blanco en Ermua. (muchos dirán que este asesinato causó más conmoción debido a que el suyo fue un asesinato al que se le había puesto plazo una vez que hubo sido secuestrado, pero desgraciadamente esto no es cierto ya que  lo mismo ocurrió en otoño de 1982 con el secuestro y posterior asesinato del capitán de farmacia D. Alberto Martín Barrios, pero en aquel caso no se hizo del caso un suceso mediático, claro era un militar y no un político).
                                                                                    

Otra baza con la que ha jugado en varias ocasiones  ETA ha sido con las pretensiones de los españoles por acabar con la orgía de sangre que la  banda asesina llevaba años produciendo. Aquí surgen las negociaciones.
                                                                                        

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